mi alma, y también mi corazón, necesitan un poco de
paz y de sosiego.
Gracias, Señor, porque me siento uno de los tuyos.
Porque no soy ni más ni menos importante que los
demás.
Gracias, Señor, porque me aceptas como soy
Porque, Tú, Buen Pastor, animas al sano
pero también recoges y esperas al herido.
Porque empujas al que puede andar por sí mismo
y cargas, sobre tus hombros, al que no puede
o no quiere avanzar, exhausto o desencantado
Hoy, Señor, te confieso que quiero seguirte,
Que quiero formar parte de tu equipo,
Que, lejos de ser un borrego,
quiero tener el criterio que nace del Evangelio
Que quiero dejarme llevar por la Gracia de Dios
para que no me arrastren los vientos del mundo
Hoy, Señor, Buen Pastor de toda mi existencia
quiero darte las gracias porque das tu vida por mí
Porque ante Ti no puedo esconderme.
Porque respetas mi libertad para seguirte.
Porque tu voz es potente, nítida y única.
Gracias, Señor, porque Tú, Buen Pastor
conoces mejor que yo
aquello que para mis días
más o menos me convienen.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario