domingo, 2 de abril de 2023

LO SABES, SEÑOR

Que con tu entrada en Jerusalén, con asno incluido,

se cumple lo anunciado por los profetas.

Que, los que hoy te aclaman, y te exaltamos,

aun recordando tus milagros y tus hazañas,

muy pronto, a la vuelta de la esquina,

cambiaremos las palmas por el “reo de muerte”

Que, como Pedro, hoy prometemos amistad sin fisuras

te cantamos himnos y alabanzas

y, mañana, fingiremos no haberte conocido

o esconderemos nuestros rostros

en un intento de no complicarnos la vida

Que, el arco de triunfo que hoy levantamos

pronto lo brindaremos al mejor postor

a los simples reyes de la tierra

a los que, sin tener palabras eternas,

nos seducen y nos confunden

nos alejan de Ti y nos apartan de tu Gracia

Que, la corona que te espera, no es de oro, sino forjada por espinas

Que, el trono que te aguarda, no está tallado en madera de ébano

y sí esculpida en cruz que produce vértigo y llanto

Que nuestro sí, mañana será un no

Que nuestros cantos, se convertirán en silencios

Que nuestros vítores, darán lugar a deserciones

Que nuestros gritos, se tornarán en timidez

Que, tu entrada en Jerusalén,

es el inicio de una aventura teñida de sufrimiento

de sacrificio, prueba y muerte… pero con redención final

LO SABES… SEÑOR

 

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