2022 MEDITACIÓN EUCARÍSTICA: LA
SABIDURIA DEL LABRADOR
Estamos cerca
de estrenar un nuevo año y con ello nos aumenta la esperanza y la ilusión de
que las cosas pueden ir mucho mejor, no solamente para nosotros sino para el
mundo entero. Queremos pedirte Jesús sacramentado que nos acompañes a lo largo
de este nuevo año y que nos concedas tu espíritu para poder apreciar las cosas
y las circunstancias con verdadera ponderación y animo bien dispuesto y
decidido. Queremos que nos enseñes a distinguir lo profundo de las
circunstancias y no caer en las meras apariencias y superficialidades.
LA SABIDURIA DEL LABRADOR:
Hace muchos años, en una pobre aldea
china, vivía un labrador con su hijo. Su único bien material, aparte de la
tierra y de la pequeña casa de paja, era un caballo que había heredado de su
padre.
Un buen día el caballo se escapó, dejando al hombre
sin animal para labrar la tierra. Sus vecinos, que lo respetaban mucho por su
honestidad y diligencia, acudieron a su casa para decirle lo mucho que lamentaban
lo ocurrido. Él les agradeció la visita, pero preguntó:
- ¿Cómo podéis saber que lo que ocurrió ha sido una
desgracia en mi vida?
Alguien comentó en voz baja con un amigo: "No
quiere aceptar la realidad, dejemos que piense lo que quiera, con tal de que no
se entristezca por lo ocurrido".
Y los vecinos se marcharon, fingiendo estar de
acuerdo con lo que habían escuchado. Una semana después, el caballo retornó al
establo, pero no venía solo: traía una hermosa yegua como compañía. Al saber
eso, los habitantes de la aldea, alborozados porque sólo ahora entendían la
respuesta que el hombre les había dado, retornaron a casa del labrador, para
felicitarlo por su suerte.
- Antes tenías sólo un caballo, y ahora tienes dos.
¡Felicitaciones! -dijeron.
- Muchas gracias por la visita y por vuestra
solidaridad, respondió el labrador. ¿Pero cómo podéis saber que lo que ocurrió
es una bendición en mi vida?
Desconcertados, y pensando que el hombre se estaba
volviendo loco, los vecinos se marcharon, comentando: "¿Será posible que
este hombre no entienda que Dios le ha enviado un regalo?"
Pasado un mes, el hijo del labrador decidió
domesticar a la yegua. Pero el animal saltó de una manera inesperada, y el
muchacho tuvo una mala caída, rompiéndose una pierna.
Los vecinos retornaron a la casa del labrador,
llevando obsequios para el joven herido. El alcalde de la aldea, solemnemente,
presentó sus condolencias al padre, diciendo que todos estaban muy tristes por
lo que había sucedido.
El hombre agradeció la visita y el cariño de todos.
Pero preguntó: ¿Cómo podéis vosotros saber si
lo ocurrido ha sido una desgracia en mi vida?
Esta frase dejó a todos estupefactos, pues nadie
puede tener la menor duda de que el accidente de un hijo es una verdadera
tragedia. Al salir de la casa del labrador, comentaban entre sí:
"Realmente se ha vuelto loco, su único hijo se puede quedar cojo para
siempre y aún duda que lo ocurrido es una desgracia".
Transcurrieron algunos meses y Japón le declaró la
guerra a China. Los emisarios del emperador recorrieron todo el país en busca
de jóvenes saludables para ser enviados al frente de batalla. Al llegar a la
aldea, reclutaron a todos los jóvenes, excepto al hijo del labrador, quien
tenía la pierna rota.
Ninguno de los muchachos regresó vivo. El hijo se
recuperó, los dos animales dieron crías que fueron vendidas y rindieron un buen
dinero. El labrador pasó a visitar a sus vecinos para consolarlos y ayudarlos,
ya que se habían mostrado solidarios con él en todos los momentos. Siempre que
alguno de ellos se quejaba, el labrador decía: "¿Cómo sabes si esto es una
desgracia?" Si alguien se alegraba mucho, él preguntaba: "¿Cómo sabes
si eso es una bendición?" Y los hombres de aquella aldea entendieron que,
más allá de las apariencias, la vida tiene otros significados.
Ayúdanos tu
Señor a vivir con verdad y autenticidad este nuevo año lleno de posibilidades y
de nuevas expectativas. Tu espíritu nos guie siempre por el camino recto y del
bien, aunque a veces no entendamos el porqué de tantas situaciones. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario