¡GRITA JUAN, PORQUE
ESTAMOS SORDOS!
Porque nuestra vida es
un desierto,
y las dunas de
dificultades nos impiden ver al que viene.
Porque, pensamos que lo
tenemos todo,
cuando resulta, que, en
definitiva, no tenemos nada.
Decimos tener y vivir
cerca de Dios,
cuando, resulta, que
somos nosotros los que estamos lejos.
Porque creemos que todo
está preparado,
cuando nos falta mucho
para que el Señor no nos coja desprevenidos.
Porque vestimos a la
última moda,
cuando tú eras feliz y
grande en piel de camello.
Porque, los caminos por
los que pretendemos que venga el Niño,
están llenos de
agujeros y de las pequeñas trampas de cada día.
Mira nuestra forma de
vivir; ¿es tan buena como decimos ser?
Escucha nuestras voces;
¿son sonidos de paz o de guerra?
Escudriña nuestros
corazones; ¿desean a Dios o lo olvidan?
Sube al árbol de
nuestra existencia: ¿da fruto o quedó estéril?
Porque decimos ser
buenos, y nos creemos los mejores.
Porque viene el Niño, y
no encontrará una cuna digna.
Porque viene Dios, y
dará con muchas puertas cerradas.
Porque nace el AMOR, y
tendrá que luchar ante muchos odios.
Y, si ves torcidos
nuestros pensamientos, caminos,
deseos, sentimientos,
manos y pies, miradas y conocimiento
haz que salgamos,
totalmente cambiados,
al encuentro del Señor
que viene para dar esperanza a la tierra. Amén
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