miércoles, 1 de abril de 2020


Recordando la conmovedora ceremonia, en medio de la lluvia en la capital italiana, el Papa Francisco dijo, el viernes pasado, día 27 de marzo, que el coronavirus puso a todas las personas “en la misma barca". Fue un dramático y solitario momento de oración en la Plaza de San Pedro, e instó al mundo a ver la crisis como una prueba de solidaridad y un recordatorio de valores básicos.
"Una espesa oscuridad se ha acumulado sobre nuestras plazas, nuestras calles y nuestras ciudades", dijo, hablando desde los escalones de la Basílica de San Pedro hacia una plaza completamente vacía y lluviosa antes de realizar una bendición "Urbi et Orbi" -a la ciudad y al mundo- extraordinaria.


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