2023 DICIEMBRE. ADORACIÓN
EUCARISTICA.
LOS DOS BEBES
Como todos los miércoles nos colocamos ante tu
presencia, Jesús sacramentado, en este tiempo de Adviento, preparándonos para
poder recibir la buena noticia de tu encarnación y nacimiento de Belén de Judá.
La Navidad es el acontecimiento de la ternura de Dios habitando nuestra tierra,
con tantas zonas oscuras para que tú la habites y la ilumines con tu presencia
amorosa. Hay un texto muy hermoso en el que un escritor húngaro explicó la
existencia de Dios y queremos meditarlo y sacar sus consecuencias.
Los dos
bebes: En el
vientre de una madre había dos bebés. Uno le
preguntó al otro:
- ¿Crees en
la vida después del parto?
El otro
respondió: Por supuesto. Tiene que haber algo después del parto. Tal vez estamos
aquí para prepararnos para lo que viene después.
- Mentira,
dijo el primero. ¿Qué clase de vida sería esta?
- El segundo
dijo: No lo sé, pero habrá más luz que aquí. Tal vez podamos caminar sobre
nuestras propias piernas y comer con nuestras bocas. Tal vez tengamos otros
significados que no podemos entender ahora.
- El primero
volvió a cargar con más fuerza con sus argumentos y respaldado por lo que veía
o experimentaba: Esto es absurdo. El cordón umbilical nos proporciona nutrición
y todo lo demás que necesitamos. El cordón umbilical es demasiado corto. La
vida después del parto está fuera de la lógica de los fetos.
El segundo
insistió:
- Bueno,
creo que hay algo y tal vez es diferente a lo que hay aquí. Tal vez ya no
necesitemos este tubo físico.
El primero
respondió:
- Mentira, y,
además, si realmente hay vida después del parto, entonces ¿por qué nadie volvió
de allí?
- Pues no
sé, dijo el segundo, pero seguro que encontraremos a mamá y ella nos cuidará.
El primero
enseguida respondió:
- ¿Mami? ¿Realmente
crees en mamá? Esto es ridículo. Si mamá existe, entonces ¿dónde está ahora?
- El segundo
dijo: Ella está a nuestro alrededor. Estamos rodeados de ella. Somos de ella.
Ella es donde vivimos sin ella este mundo no existiría ni podría existir.
Dijo el
primero:
- Bueno, como
no puedo verla, tiene sentido que ella no exista.
A lo que el
segundo respondió:
- A veces,
cuando estás en silencio, si te concentras y realmente escuchas, podrás sentir
su presencia y escuchar el ritmo de su corazón y su amorosa voz. Pero tienes
que concentrarte y sentir la vibración de su existencia.
Los seres
humanos nos sabemos biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Pero sobre
todo somos esencialmente espirituales.
Nuestra
inteligencia no es artificial, nuestros sentimientos no son previsibles ni para
nosotros mismos, el futuro escapa a lo que hoy somos.
Pero percibimos,
intuimos, que somos parte de un todo, que el Universo no se configura en el
concepto espacio temporal. Y es ahí, desde nuestra vulnerabilidad, desconocimiento,
capacidad para interrogarnos, que podemos captar la existencia de un Sumo
Creador, un Ser que debiera ser bondadoso, conocedor de lo que entraña la
eternidad.
Con el
nacimiento de Jesús toda nuestra vida se iluminó y ahora somos sabedores de que
podemos llenar de sentido la vida en nuestro propio devenir esperanzado,
afanoso, agradecido, sufriente. El que Dios se hiciera hombre y acampara entre
nosotros inundó nuestra vida de posibilidades infinitas y nunca descartables.
Amén. Feliz Navidad.
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