Estamos alegres Señor, porque Tú llegas por nosotros.
Porque ves el vacío que existe en el hombre, si Tú
no estás dentro.
Porque soy consciente, Señor, que la llegada de un
amigo, altera la vida de una familia.
Porque, ante las calamidades, Señor no es bueno
acobardarse, no es sensato reprimirse
no es cristiano acomplejarse: hay que sonreír,
incluso, en la aflicción.
Alegre por tu llegada, Señor.
Alegre por tu Nacimiento, Señor.
Alegre porque, Tú, me das la fuerza.
Alegre porque vienes a levantarme.
Alegre porque mi ALEGRIA eres Tú
Alegre porque mi ILUSION eres Tú.
Porque al final de la oscuridad brillas Tú, Señor.
Porque en los problemas socorre tu mano, Señor.
Porque en las dudas, envías certezas.
Porque en la soledad, eres eterna compañía.
Porque vienes, y si vienes, es para estar conmigo.
Porque, sin alegría, algo faltará en mi corazón.
Porque, sin alegría, puede que pases de largo,
Señor,
Porque, sin alegría, la vida no es vida.
Porque, sin alegría, falta la luz a cada uno de mis
días.
Porque, sin alegría, ¿puedo acogerte en mi casa,
Señor?
Tú, Señor, tu Nacimiento y tu llegada es la causa de
mi gozo, la música de mi alma, la alegría de mi cara.
¡Gracias, Señor! ¡Tú eres la causa de mi felicidad!
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